Cinco Presos Acusan Al Funcionario Imputado De Haber Instigado Una Pelea Mortal En Villabona

Los reclusos aseguran que en la cárcel se les ofrecen «permisos» por declarar que el guardia no tuvo nada que ver

«De los 130 presos que había en el patio el día de la pelea, por lo menos 110 tenemos la convicción de que Justo no habría muerto si el funcionario no hubiese intervenido». Así de rotundo fue uno de los cinco presos que ayer declararon ante la juez que instruye el caso de la muerte del recluso castrillonense Justo P. A., que perdió la vida el pasado 11 de noviembre en el patio del módulo 8 a consecuencia de los golpes que recibió de otro interno -el marroquí J. B. K.- durante una brutal pelea, sin precedentes en el penal asturiano. El preso, al igual que sus cuatro compañeros de módulo, aseguró que el funcionario V. A. Ll. -detenido en su día y suspendido cautelarmente de empleo y sueldo en Villabona tras una investigación interna- azuzó al homicida para que atacase a Justo P. A. y permitió que se abalanzase contra él haciendo la vista gorda: «No lo auxilió ni hizo nada para frenar la pelea, sólo salió corriendo», declaró ayer otro de los reclusos.

Los testigos que se pasaron por el Juzgado de instrucción número cuatro de Oviedo no hicieron más que ratificar la versión de Carlos V., otro preso que ya ofreció su perspectiva de los hechos el pasado día 1 de diciembre y que aseguró ante la magistrada María Luisa Llaneza que había escuchado «perfectamente» como V. A. Ll. instigaba al agresor, que ya había protagonizado un episodio violento junto al fallecido en un bar de Gijón en el año 2003, una pelea en la que J. B. K. resultó herido por arma blanca. «Le dijo algo así: «Mira dónde está tu amigo, el que te apuñaló hace unos años, vete y dale una hostia»», señaló Carlos V. durante su declaración. Aunque el funcionario aseguró en su día que no se encontraba en el patio en el momento de la reyerta, los cinco testigos afirmaron que sí estaba, y uno de ellos explicó que V. A. Ll. «llegó incluso a señalar con el dedo a Justo para que el otro, que no lo había reconocido, fuese a por él».

Los cinco testigos coincidieron además al señalar que el comportamiento del funcionario en el interior de la prisión «no era ni mucho menos ejemplar» y llegaron a compararlo -según fuentes ligadas al caso- «con un sheriff del Oeste» y con un «personaje de película» que «quería ser el jefe del patio y sólo se relacionaba con los presos más malos y con más peso». Según alguno de los testimonios, V. A. Ll. «ya había actuado de forma similar en otras ocasiones» y «era un especialista en crear malos rollos y en incitar a los internos». Los testigos también aseguraron que los dos protagonistas de la pelea habían coincidido «el día anterior y esa misma tarde» y «no había pasado nada».

Por otro lado, los reclusos aseguraron que aquellos internos que han sido llamados a declarar -la juez tiene previsto escuchar a más de 50- están sufriendo represalias por parte de los funcionarios y de los responsables de la prisión de Villabona. Alguno de los testigos llegó a decir que muchos de los compañeros de módulo «sufren presiones, amenazas, vejaciones y retirada de algunos de los beneficios adquiridos» por prestarse a declarar. También aseguraron que los funcionarios les ofrecen «permisos» por declarar a favor de su compañero. En este sentido, la abogada que representa a la familia del recluso fallecido, Concepción Trabado, animó «a todos aquellos que consideren que están sufriendo presiones» a que lo denuncien ante el Juzgado de vigilancia penitenciaria.

Fuente

Sobre este hecho:

Arrestado un funcionario de Villabona por la paliza mortal

La juez frena el traslado del ‘recluso homicida’

La acusación cree que la muerte del recluso no fue un caso aislado

La familia del preso muerto en Villabona sostiene que no había vigilancia en el patio

Un forense había recomendado que el reo asesinado en Villabona fuera ingresado en otro centro

Deja un comentario